Hay quien ama y lucha por los árboles. Hay quien sibilinamente, que es peor, los mata. Vivo con el deseo de que, irremediablemente, aprendamos a ver amando al bosque."
"En realidad somos un bosque que un día se bajó de las ramas y echó a andar."
El árbol dice...
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El revoltoso otoño los desnudó juguetonamente sin piedad. Se pusieron, entonces, en mansa espera, mientras duró el gélido invierno.
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